La industria tecnológica está plagada de “ghost jobs” o trabajos fantasma, pero ¿por qué las empresas los publican? ¿Se puede hacer algo para evitar evitar esta práctica?
El protocolo para la vida después de un despido era sencillo: actualizar el CV y postularse a tantos empleos nuevos como fuera posible. Sin embargo, a medida que la reducción de personal sigue sacudiendo la industria tech, muchos solicitantes de empleo se enfrentan a un obstáculo evidente. Sin darse cuenta, se postulan e incluso consiguen entrevisatas para “trabajos fantasma”: puestos anunciados en línea que la empresa no tiene intención de cubrir. Son candidatos a empleos inexistentes.
Las características de un trabajo fantasma probablemente resultan familiares a cualquiera que consulte regularmente portales de empleo y LinkedIn: el anuncio de empleo permanece publicado durante más de 30 días o incluso meses, y cuando una posición se anuncia en un portal de empleo externo, pero no en el sitio web ni en las redes sociales de la empresa.
En una encuesta de MyPerfectResume de 2024 a 753 reclutadores en EE. UU., el 81 % afirmó haber publicado trabajos fantasma en nombre de su empleador. En muchas organizaciones, la práctica se ha vuelto incluso rutinaria: casi tres cuartas partes de los encuestados afirmaron que los trabajos fantasma representan “aproximadamente una cuarta parte” o “aproximadamente la mitad” de los puestos que anuncian en línea.
Los trabajos fantasma pueden ser especialmente frecuentes en el sector tecnológico, según una lista de organizaciones de código abierto que presuntamente participan en esta práctica.
Para quienes buscan empleo en un mercado laboral ya de por sí competitivo, los trabajos fantasma son una desalentadora pérdida de tiempo y energía. Para los responsables de contratación, al otro lado del proceso de selección, los costes y beneficios son muy dispares.
¿Por qué las empresas publican ofertas de empleo fantasma?
Aunque los trabajos fantasma están en aumento, varios reclutadores y gerentes de contratación del sector tecnológico afirman que esta práctica no es nueva y que las fluctuaciones del mercado laboral probablemente sean la causa del reciente auge de esta tendencia.
Los reclutadores encuestados por MyPerfectResume mencionaron numerosas razones por las que sus empresas recurren a empleos fantasma, como mantener una presencia en portales de empleo y obtener información sobre el mercado laboral y la competencia. Sin embargo, la gran cantidad de expertos creen que la mayoría de las empresas tecnológicas que recurren a esta práctica lo hacen principalmente para captar posibles candidatos ya que para reclutar talento para puestos técnicos, el tiempo resulta ser un problema. Es decir, en lugar de esperar a que se cubra un puesto específico, los reclutadores intentan adelantarse ofreciendo carnada para quienes buscan un cambio de trabajo.
En la industria tecnológica actual, la feroz competencia por un exceso de trabajadores altamente cualificados no ha hecho más que aumentar la presión para tener acceso a una cartera de talentos disponible.
Las publicaciones fantasma también se utilizan para mejorar la imagen de una empresa. Para quienes reclutan, publicar vacantes fantasma puede servir para mantener la visibilidad en un mercado laboral competitivo ya que, según los expertos, la aparición de un auge de la contratación proyecta estabilidad y crecimiento a los posibles talentos y a las partes interesadas. Esto podría explicar por qué los empleos fantasma parecen ser más comunes en el sector tecnológico que en otros.
¿Cómo combatir las vacantes fantasma?
A pesar de las numerosas justificaciones que una empresa puede tener para publicar vacantes fantasma, esta práctica puede perjudicar su imagen pública puesto que sólo engaña y hace perder el tiempo, mermando la confianza de quienes buscan empleo. Para las y los candidatos, postularse a puestos inexistentes es desalentador y podría dañar la reputación de la empresa a largo plazo.
Las gerencias de contratación, por su lado, podrían negarse a publicar puestos que no estén vacantes actualmente y, en su lugar, recomendar que se publiquen más adelante. También podrían recomendar que la empresa etiquete dichas publicaciones como “oportunidades futuras” para aclarar que las vacantes no están disponibles de inmediato.
Idealmente, los gerentes intermedios deberían abogar por la transparencia en el proceso de reclutamiento y garantizar que las ofertas de empleo reflejen las verdaderas intenciones de contratación. Desafortunadamente, en muchos casos, puede que no tengan la influencia necesaria para impedir que se publiquen empleos fantasma, pero deberían ser ellos quienes cuestionen y validen si estas vacantes son realmente necesarias.
Actualmente existen otras maneras más efectivas de atraer y retener al talento técnico sin necesidad de caer en estas prácticas de “doble filo”. Por ejemplo, muchas empresas han optado por crear o transformar su cultura y prácticas, obteniendo reconocimientos como el de Best Place to Code, que las ponen en la mira del mejor talento que aspira a colaborar en un lugar donde se le brinden las mejores condiciones de trabajo posibles.
Y tú, ¿qué otra sugerencia tienes para combatir los trabajos fantasma?
Este post es una adaptación de Who’s afraid of ghost jobs